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PARTE 1

La soldadura orbital es una técnica de soldadura que lleva ya un tiempo en el sector. Aun así, es nueva para muchas empresas y contratistas que no encuentran la manera de aprovechar sus virtudes.

La soldadura orbital se caracteriza por ser veloz, automatizada, trazable y con un acabado impecable en las manos correctas.

MDV Welding ha adquirido una experiencia altamente cualificada con esta técnica a lo largo de los años, dominando la todos sus aspecto para proporcionar los más altos estándares de calidad.

En esta serie de artículos nos gustaría compartir algunos consejos que ayuden a elevar los estándares de calidad del sector.

En general, se podría decir que la mayoría de los errores surgen de una mala preparación de los materiales y del uso incorrecto de los equipos de soldadura automatizada.

A continuación, describiremos como trabajar para alcanzar la calidad que exige el sector en una serie de artículos.

1.-Acabado de las Tuberías para Soldadura Orbital.

Para empezar, vamos a hablar de la preparación de los materiales. Es vital asegurarse de usar tubos del mismo diámetro, espesor de pared, tipo de acero y calidad, es decir que sean de la misma normativa (Como ASME BPE). También es crucial que los extremos estén bien cortados y desbarbados. Para los accesorios, como codos, hay que asegurarse de que vienen perfectamente acabados: perfectamente planos y sin rebabas.

Así es como se debe acabarse también la tubería que cortemos.

Para mejorar el acabado de las piezas a de usarse una maquina llamada refrentadora. Se sujeta la pieza en la garra apropiada y se gira el cabezal de esmerilado, el tubo queda terminado con una precisión máxima, plano y sin rebabas.

Después de la limpieza (desengrasado, más limpieza por aire y secado) la pieza de trabajo estará lista para ser soldada.

Gracias a estas técnicas se evitan las soldaduras defectuosas, como las convexas y cóncavas, así como las roturas o burbujas en los trabajos de soldadura.

Continuará en Soldadura Orbital: 10 consejos para alcanzar la perfección. Parte 2